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Foto del escritorNei DaCosta

Andréi Tarkovski: identidad de resistencia

Este es un pequeño trabajo que hice para la universidad (sólo lo menciono para que no me digan en algún momento que me hago autoplagio). El tema que elegí fue inspirado por mi deseo de estudiar cine, por lo que me pareció adecuado compartirlo con ustedes en el blog.


"Andréi Tarkovski es considerado uno de los más importantes e influyentes autores tanto del cine ruso como del mundial. Nacido en la época de los treinta, se vio inmerso de principio a fin en la oscura realidad dentro de la entonces URSS. De hecho, su primer filme fue estrenado el mismo año en que ocurrió la crisis de los misiles (1962). La política dominante en la Unión limitaba el contenido que se transmitía a través de los distintos medios de la época. De hecho, Tarkovski se vio en constante choque con la autoridad debido a su “complejo” e “incomprensible” trabajo. El director rompía constantemente las convenciones del cine ruso, prefiriendo desencadenar emociones y experiencias en lugar de proponer argumentos racionales".


"Pese a la censura y las malas reseñas de muchos de sus compatriotas, Tarkovski sacó en total siete obras maestras, cada una tan compleja como la anterior. Su objetivo, explicó alguna vez el director, era obligar a los espectadores a involucrarse con el filme, enriqueciendo así a este último: cada persona posee una identidad propia y, por ende, una experiencia única; la meta era que, a través de estas experiencias individuales, se le diera significado a lo que se veía. En pocas palabras, si uno quería “comprender” la película debía hacer un acto de apropiación, sino, le sería incomprensible y pesada".


"¿Por qué hacía esto? En respuesta al duro y desolador panorama en el que se desarrolló, creó sus obras como un acto de caridad para las masas, acto libre de imposiciones, en el que las personas podían darle significado a algo sin ser obligados a pensar de determinada manera".


"Tarkovski continuó rompiendo esquemas, por lo que terminó siendo exiliado en la década de los ochenta. Filmó sus últimas dos obras en el extranjero: Nostalgia (1983), en Italia, y Sacrificio (1986), en Suecia. A finales de ese mismo año, murió en París por cáncer pulmonar.

Para concluir, debe mencionarse que, así como sus obras, Tarkovski fue una figura con distintas caras, caras que no dependían sólo de cómo se mostró ante el mundo, sino cómo este lo miró de vuelta. Podemos decir que Tarkovski fue un cineasta aclamado por Occidente, mientras que, para su tierra natal, un mediocre elitista. En cambio para mí, fue una figura de resistencia que tan sólo buscaba darle a la gente algo que pudiese llamar propio y que olvidara, al menos un rato, su desoladora situación".


Nei DaCosta


 

¡Bonito día!



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